Con 16 capítulos, donde no existe el relleno, esta temporada se basa en las constantes batallas que se tienen que atravesar para recuperar a Orihime en el Hueco Mundo.
Inicia con el punto crucial entre la batalla de Ichigo y el espada Dordoni quién lo presiona hasta mostrar todo su potencial. Ichigo lo derrota, pero lo deja vivir. El momento sorpresa ocurre cuando Dordoni le avisa a Ichigo que los exequias -un escuadrón- están yendo por él y que debe huir, que él los retendrá como agradecimiento por haberlo considerado un rival de igual nivel y no despreciarlo. Ichigo se niega, mas al darse cuenta de su estado, se retira y queda sobreentendido el destino de Dordoni cuando este inicia el enfrentamiento con los nuevos intrusos. Fue una acción inesperada y tomando en cuenta que Dordoni no se presenta como un personaje cruel, sino con cierto sentido del humor, hace que la empatía hacia él aumente.
Por otra parte, Rukia se enfrenta a un espada que se aleja mucho de una apariencia humana, cuyo nombre es Aaroniero, quién se vale de tomar la forma y los recuerdos de Kaien -el antiguo subcapitán de Rukia- para confundirla. Este enfrentamiento revela que los espada presentan una última forma llamada "resurrección" y en el caso de este, tiene el nombre de Glotonería ya que se basa en alimentarse de todos los Hollows que encuentre. Y aunque esta batalla termina con la victoria de Rukia, su estado está lejos de ser óptimo, al igual que Chad en su momento.
En pocas palabras, aun con los distintos enfrentamientos, la historia en sí no ha avanzado mucho. No se sabe de ningún movimiento nuevo de Aizen, ni del destino de Rukia o Chad, tampoco del plan de Orihime. Espero que la siguiente temporada muestre más y aclare algunas cosas.